¿Qué tienen en común Halloween y el Día de Todos los Santos?
La fiesta de Halloween y el Día de Todos los Santos están más ligados de lo que la mayoría de la gente sabe o conoce. Y las dos fiestas se han ido adaptando, a lo largo del tiempo, hasta llegar hasta hoy.
Las dos provienen de una fiesta celta llamada “Samhain”, que significaba “fin del verano”, donde los druidas, que eran sacerdotes paganos celtas, tenían la creencia de que los espíritus volvían a caminar por la tierra buscando poseer a los vivos. La cultura celta abarcaba las Islas Británicas, Escandinava y Europa occidental.
Además del final del verano, en esta fecha, el 31 de octubre, celebraban el fin de las cosechas y el comienzo del año nuevo “All Hallows Eve”, nombre que ha derivado en el conocido Halloween.
Por su parte, los romanos, tras la conquista de las Islas Británicas, adquirieron algunas celebraciones celtas, entre ellas la de “Samhain” y, en el siglo VII d.C., lo adaptaron a la religión cristiana, dando lugar al Día de Todos los Santos.
A mediados del siglo XIX, debido a una gran hambruna que hubo en Irlanda, millones de irlandeses emigraron a Estados Unidos en busca de trabajo, trasladando también allí sus fiestas. Fue cuando, “All Hallows Eve” dio lugar a Halloween, y desde donde más tarde se ha ido trasladando, con la Globalización, al resto de países, regresando de nuevo a Europa.