¿Sabías que no es preciso esperar a que tus hijos empiecen la Educación Primaria para acudir a una academia que imparta inglés para niños en Guadalajara? De hecho, cuanto antes mejor. Cada vez son más familias las que inician a los más pequeños en el estudio del idioma ya en la etapa de infantil. Por una serie de razones que vemos a continuación.

El hecho de conocer una segunda lengua, o incluso una tercera, es clave a la hora de educar a las nuevas generaciones. Se trata de dotarles de las herramientas necesarias para que se puedan mover en un mundo globalizado. Tener un buen nivel de inglés reforzará innegablemente su perfil profesional.

¿Por qué se dice que los niños son “como esponjas”?

Ya desde edades tan tempranas, es tremendamente positivo que los niños se familiaricen con el inglés. Incluso desde la etapa de pre-escolar. El profesorado de Crazy Learning Academy puede dar fe de ello aunque no siempre haya existido homogeneidad de pareceres sobre la edad idónea para comenzar a estudiar inglés. Ciertas corrientes del terreno de la pedagogía insisten en que, para introducir una segunda lengua, es mejor esperar a que el niño haya aprendido la suya propia, la materna. De todos modos, la opinión con más peso y más avales científicos es la que defiende de cuanto antes se comience con el estudio del inglés mejor. Que no pasa nada por simultanear el aprendizaje del castellano con el del inglés. De hecho, en edades tempranas, el cerebro disfruta de una gran plasticidad. Gracias a esto se asimilan conocimientos de forma inconsciente de modo más rápido y eficaz. En nuestro centro insistimos en la importancia de comenzar con el inglés al mismo tiempo que se aprende la lengua materna. Por eso, impartimos clase a niñ@s desde 1 año y hemos comprobado que retienen mejor toda la información que les llega.

Del mismo modo que los niños aprenden su lengua materna por medio de mecanismos de reconocimiento e imitación, lo mismo hacen cuando empiezan a tomar contacto con el inglés. Tras escucharlo y comprenderlo, terminan por reproducirlo. En definitiva, en la etapa de infantil, el alumnado asimila de una forma natural e intuitiva el nuevo idioma. No repara en la estructura gramatical ni en los morfemas verbales o nominales del idioma, pero no va incluyendo en su acervo. Y de eso hemos de aprovecharnos.